LA RESPONSABILIDAD DEL ADMINISTRADOR SOCIAL ANTE LA OBLIGACIÓN DE DISOLUCIÓN DE LA EMPRESA.

La responsabilidad del administrador social cuando es obligatorio disolver la empresa es una cuestión trascendental que, en demasiadas ocasiones, acaba generando reclamaciones cuantiosas frente al administrador de la empresa.  

La obligación de disolver la empresa cuando concurre alguna de las previstas en el art 363 de la Ley de Sociedades de Capital, impone al administrador de la empresa a llevar a cabo una serie de actuaciones que, si ignora, pueden dar lugar a su responsabilidad.  

En este artículo, abordamos cuál es la responsabilidad del administrador cuando se advierte la existencia de causas de disolución en la empresa.   

¿Cuál es la responsabilidad del Administrador en el proceso de disolución? 

Cuando el administrador advierte la existencia de causas de disolución, tiene la obligación de iniciar los trámites necesarios para que se adopten medidas a para revertir la situación o para iniciar la disolución de la mercantil.  

Entre las obligaciones más destacadas del administrador, podemos mencionar: 

1. Convocar la junta de socios: En caso de que existan causas que deban ser discutidas por los socios (como pérdidas significativas o la inviabilidad económica), el administrador debe convocar la junta general en el plazo de 2 meses para que se valore la situación y se acuerde la disolución si fuera necesario. 

2. Liquidar adecuadamente los bienes de la empresa: Una vez tomada la decisión de disolución, el administrador cesa en su cargo y paso a ser “liquidador”, de tal suerte que es el encargado de llevar a cabo la liquidación de los activos y pasivos de la sociedad. Si no realiza esta tarea correctamente, puede ser considerado responsable por los perjuicios ocasionados. 

3. Disolver la empresa cuando es obligatorio: Cuando la junta de socios no es capaz de adoptar un acuerdo sobre la disolución, el administrador tendrá la obligación de promover esa disolución acudiendo al auxilio judicial si fuera necesario.  

¿Qué pasa si el administrador no cumple con su responsabilidad? 

Si el administrador NO cumple con sus obligaciones puede enfrentarse a diversas consecuencias legales. Entre las más importantes se incluyen: 

• Responsabilidad frente a terceros: El administrador puede ser responsable de todas las deudas generadas por la empresa con posterioridad al momento en que venció la obligación disolver la empresa 

• Sanciones penales: En casos graves, si la falta de disolución lleva a situaciones de fraude o daño significativo a los acreedores, el administrador podría enfrentar sanciones penales, como la inhabilitación para administrar empresas o incluso penas de prisión. 

• Reclamaciones de socios y acreedores: Los socios y acreedores afectados por la falta de disolución pueden presentar reclamaciones contra el administrador por los daños sufridos debido a su inacción. 

Por tanto, es fundamental que los administradores estén bien informados sobre las causas de disolución y actúen con la diligencia necesaria para cumplir con sus deberes legales y evitar conflictos o responsabilidades.  

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