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LABORAL.
LA PREVENCIÓN DE CONFLICTOS LABORALES: CLAVES PARA UNA GESTIÓN EFICIENTE.
1 DE OCTUBRE DE 2024.
La prevención de conflictos laborales en la empresa es clave no solo para mantener un ambiente de trabajo productivo, sino también para proteger los intereses a largo plazo de la empresa.
Los conflictos laborales, cuando no se abordan de manera efectiva, pueden derivar en problemas complejos que impactan negativamente en el desempeño de los empleados, la moral del equipo y la eficiencia general de la organización.
Además, las empresas que no implementan estrategias preventivas para la gestión de conflictos se exponen a riesgos legales importantes, incluyendo litigios prolongados, sanciones regulatorias y posibles indemnizaciones cuantiosas.
Estos riesgos no solo conllevan implicaciones económicas, sino que también pueden deteriorar la imagen de la empresa frente a sus empleados, clientes y la sociedad en general.
La adecuada gestión de las relaciones laborales no solo fomenta un clima organizacional positivo, sino que también reduce significativamente la probabilidad de enfrentar situaciones de alto coste para las empresas.
En este artículo, comentamos las posibles estrategias legales que las empresas pueden implementar para gestionar de manera eficiente sus relaciones laborales y garantizar un entorno laboral saludable.
1. Implementar políticas laborales claras y transparentes.
Uno de los pasos más importantes para prevenir conflictos laborales es contar con políticas laborales claras y transparentes.
Por eso, es tan importante desarrollar un documento de “POLITICA DE EMRPESA” y/o “CODIGO DE CONDUCTA” que definan con precisión los derechos y obligaciones de los empleados y empleadores, así como los procedimientos internos para gestionar cualquier conflicto.
Entre el contenido más recomendable a incluir en estos documentos, destacaríamos:
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- Regulación de horarios de trabajo y políticas de remuneración.
- Establecimiento de medidas disciplinarias en caso de incumplimientos.
- Desarrollo de normas sobre vacaciones, permisos y bajas.
Contar con una normativa clara y accesible reducirá las confusiones y malentendidos dentro de la organización.
2. Redacción de contratos laborales bien estructurados.
Los contratos laborales son una herramienta legal fundamental para prevenir futuros conflictos o mal entendidos entre empleados y empleadores.
Normalmente, se suelen formalizar con el modelo establecido por el Ministerio de Trabajo y se olvida incorporar las condiciones particulares y concretas que regirán esa relación.
Por ello, es esencial que cada trabajador cuente con un contrato formal que detalle, no solo las condiciones generales (duración, retribución, etc.) sino también aspectos importantes como:
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- La descripción detallada del puesto de trabajo y sus responsabilidades.
- El salario, complementos e incluso absorciones.
- Interrupción o suspensión del periodo de prueba ante determinadas situaciones (baja temporal, etc.)
- Preaviso específico para la despidos o finalización del contrato.
- Pactos de no competencia o secreto profesional.
Tener un contrato bien estructurado no solo protege a la empresa de posibles reclamaciones, sino que también da seguridad a los empleados sobre sus condiciones laborales.
3. Formación en compliance laboral.
El compliance laboral es una estrategia fundamental para evitar conflictos relacionados con la normativa vigente. Formar al personal, sobre todo a los responsables de recursos humanos y mandos intermedios, en cumplimiento legal puede evitar que se produzcan infracciones que deriven en sanciones o litigios.
Las áreas clave a supervisar son:
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- La igualdad de oportunidades y prevención del acoso laboral.
- El cumplimiento de la normativa en seguridad y salud laboral.
- El control sobre las horas extras y el descanso obligatorio.
Adoptar políticas de compliance permite a las empresas adelantarse a posibles problemas y protegerse legalmente.
4. Procedimientos para la resolución de conflictos laborales.
Tener establecidos mecanismos de resolución de conflictos internos asegura el tratamiento pormenorizado del conflicto y permite evitar que las disputas laborales se escalen.
Para ello, se pueden establecer herramientas útiles como:
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- La mediación interna: Involucrar a un tercero neutral dentro de la empresa para intentar resolver el conflicto.
- Los mecanismos de arbitraje: Establecer un proceso formal donde ambas partes acuerden someterse a la decisión de un árbitro.
- Los canales de denuncia confidencial: Esto es especialmente útil para situaciones de acoso laboral, donde los empleados pueden denunciar problemas sin miedo a represalias.
Al contar con estos procedimientos, las empresas pueden gestionar problemas de manera interna y reducir el riesgo reputacional y de juicios laborales.
5. Asesoramiento legal preventivo.
Contar con un asesoramiento legal preventivo es otra de las claves para gestionar eficientemente los conflictos laborales. Un equipo de abogados especializados puede ayudar a la empresa, entre otras cuestiones, a:
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- Conocer las vías de actuación posibles ante determinadas situaciones.
- Actualizar las políticas internas según los cambios normativos.
- Resolver dudas legales antes de que estas se conviertan en problemas mayores.
En Nomoi Abogados, ayudamos a las empresas a implementar las mejores prácticas para prevenir conflictos laborales y gestionar de manera eficiente sus relaciones laborales, evitando así el coste y la complejidad de los procesos judiciales.